El encargo pedía seguridad y un espacio de cochera para una vivienda urbana entre medianeras. La casa tenía un retiro sobre el que los linderos han avanzado. Todos los espacios comunes que alguna vez ventilaron al espacio urbano estaban contundentemente cerrados y este entraba de manera nociva. Propusimos cubrir el frente con una estructura metálica liviana que resuelve en un gesto cubierta y fachada, que produce un patio-frente techado controlado del clima. Las perforaciones permiten la incorporación de luz en punto estratégicos y su reflexión al interior de la casa.

Todos los límites, inclusive el superior, están controlados. Así, el proyecto propone una sensación de expansión sensible, mirando al arbolado callejero y al cielo.

La preexistencia opera a modo de guía: la casa es de mampostería y techos de teja y la intervención es un continuo metálico de un solo gesto.